El corazón se droga. El corazón es drogadicto. Se droga con amor, con sueños cumplidos o por cumplir, con momentos de felicidad y de esperanza. Se le nubla la vista. Se niega a oir, a escuchar. Solo siente. Siente y padece.
El sentido común le tiende la mano, pero el corazón, cual niño jugando al borde de un abismo, se niega a escuchar. Le gusta jugar con fuego,le gusta quemarse y no aprender la lección, le gusta errar, le gustan las nuevas experiencias, esas que quedan grabadas en tu memoria toda una vida. Y así debe ser siempre , porque al fin y al cabo son las decisiones que tomamos sin pensar en lo que pasará , en las consecuencias , en a quién haremos daño ; son las decisiones egoístas las que marcan el comienzo de las mejores historias.
Hola.
ResponderEliminarSos vos?
Si es asì, un gusto leerte otra vez.
Un abrazo.
No, no soy argentina por lo que no soy la misma... Gracias de todas formas por leerme :)
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