viernes, 5 de abril de 2013

Apaños.


Se supone que era la mala, si ya sabía yo que no era lo mío. Iba a joderles, hacer que se arrepintieran y para mí, apaños. Eran chapuzas joder, pero lo mantenían seco.






¿Miedo? Obvio.


Quizá 30 años después mi padre habría sido el "solo es un tío más" de mi madre. Hubiese acabado con otro, y yo hubiese sido otra. Pero no, 30 años antes mi padre fue el "es un buen partido" de mi abuela, antes se decían esas cosas ¿no?. Yo tengo miedo, tengo miedo de encontrarme con el padre de mis hijos y no reconocerle, sería una putada. 

Te quería, te quise,me quisieras o quisieses.


Oye, que ya sé que me va lo de quejarme, preguntárselo a ella; pero creo que os estáis pasando. Que eso de "ostia, que bien lo llevas" me va muy bien para la teoría pero una no es de piedra. Que los abrazos os los ahorráis anda, y las palabras y las miradas esas de "te miro de arriba a abajo para que todos sepan que estamos juntos y ya de paso si eso, la humillamos un poco ¿va?" a poder ser también, por eso de que implican recordar cuándo era yo la que temblaba.  Podíamos hacer una tregua, siempre se hacen ¿no?. Recogen a los muertos y curan a los heridos, luego vuelven a matarse, punto. Eso quiero, deshacerme de lo roto que ya molesta y a lo sumo, aliviar el escozor. Luego si queréis seguimos, hasta que os canséis de hacer el gilipollas. Él es un tío, está hecho para joder pero tronca, que tú antes estabas en mi bando. Joder, hay que ver como nos cambia eso de tener miedo, y tu ¿a qué?, ¿a perderle?, ¿no ves que sueña con seis diferentes y tú no estas entre ellas?. El día que te haga sentir mierda me valdrá como bandera blanca, que a él ya le doy por perdido. Hasta entonces aprende tú solita. 
Claro que le quise; no creáis  hubo veces que él también me quiso. Pero una ya no puede vivir de pretéritos y subjuntivos.

'Estar ahí cuando lo consiga'

Juro que hoy seré la persona más infeliz del mundo. Que mi almohada no me habrá visto nunca tan mal. Juro que hoy lo lloraré todo; que lloraré por perderte a ti, que lloraré por perderme a mi y por todo lo que se perderá después. 
Que por eso de haber estado "hasta las trancas" y ser la gilipollas, lloraré por perderle a él. Lloraré lo de "te quiero boba" y eso de "estar ahí cuando lo consiga". 
Lloraré su año, lloraré el nuestro y, por encima de todo, lloraré el vuestro  Lloraré las ganas de decirte que le olvides. Lloraré morirme por echarle de menos. Lloraré recordar el banco de la primera fila sin esfuerzo. Lloraré que nunca nadie me abrazará como tú ni me hará reír como él. Y es que joder, como me hacía reír.
Lloraré esas indirectas suyas que, lo siento chica pero he aquí el ejemplo, no te llevarán a nada. Lloraré que siempre diga algo gracioso y que ahora toque callarse la risa. Lloraré vuestros siempre y nuestros nunca. Lloraré esa chaqueta que nunca se quita y su carpeta roja. Lloraré que ahora seas tu la de los abrazos y que cada uno de los nuestros dijera mil veces más que todos los vuestros. Lloraré ese en especial que dio pie a tanto delirio. Lloraré el día que nos conocimos y el día que me besó, lloraré los 363 días intermedios. Juro que hoy será la pero noche de mi vida.
Eso si, a partir de mañana, no vuelvas a mirarme, no vuelvas a hablarme y si lo haces que sea para decirme lo puta que soy, lo bien que esta(i)s y lo mucho que me odias. Que él me hable solo para hacerme daño y decirme que ya no guarda aquel boli porque tiene algo mejor que tu le regalaste; eso hará que desaparezca toda la debilidad que me quede. Juro que mañana empezará eso de hacer las cosas bien, como debe ser. Juro que dejaré de registrar y callar, porque me iré antes de poder hacer lo primero. Juro que todo volverá a ser blanco o negro, que los grises lo complican todo. Juro que cada uno de los días malos serán por estar muerta de miedo y no por él. Juro que no volverás a ser la misma para mí. Juro que mi madre no volverá a verme así y que aprenderé a ser fuerte, que no será por tiempo. Juro que no me hará falta para tener una despedida. Juro que dejaré de reparar en el tono de su iris. Juro que a partir de mañana las cosas mejorarán poquito a poquito. Al fin y al cabo diciembre es ya lo suficiente duro como para llevarle(s) dentro.



Forget, forgot, forgotten.


Chica, asume que lo de la culpa será siempre una asignatura pendiente. No solo hoy que solo quedan restos, y ni eso; sino también antes, cuándo parecía que podía cuajar algo. Culpable de las lágrimas y sus delirios, de romperlo y volverlo a joder. De cargar con lo que hacía daño pero no con lo que le hacía reír. Reír. Definitivamente es su sonrisa por la que estamos así ahora tronca. De eso si podéis culparme, también de escribir sobre esto una y otra vez. 
Cuándo supe que estaba perdida me volví "la más tonta"; esa que compra caro y vende barato, la de "vamos, no es tan difícil" si lo era, si. La valiente gilipollas. Y era increíble serlo. 
Era un constante "quien me mandaría" cada vez que te veía. Veo, cada vez que te veo. Luego llegó el fin del mundo, antes de lo previsto. Creo que solo fue para mí. Quizá ya me tocaba aprender esa lección, deprisa y corriendo. Como deben aprenderse todas, sin ganas y a patadas. Ahora es como si fuésemos mayores; no de viejos, sino como si nos hubiésemos perdido cosas el uno del otro. 
Ya no sabría decirte si eres el mismo; el mío, el de siempre vaya. Y esque lo siento pero te miro y en cierta forma ya no estas ahí, no de la misma manera. Eso sí, esa puta sonrisa sigue empeñada en hacerme sentir culpable. Que lo de forget, forgot, forgiven me lo se de memoria, pero no veas como jode que la abraces. 
Por ahí me llego, aprendiendo a no tocar madera por eso de hacer las cosas bien por una vez, aunque sea suspirando un par de veces.

De esas de pega.


Es necesaria una despedida para sentirse bien. "Sentirse bien" dentro de lo que cabe, si es que cabe. Para hacer oficial que ya no sentimos nada, para no dejarlo dentro por si. Por si más tarde nos convencen. O nos convencemos. Por si más tarde lo vemos y nos damos cuenta de que la hemos cagado. Por si más tarde, Dios no lo quiera, decidimos hacer lo que realmente queremos. Por si, de una vez, llego a ser tu órbita. Por si de repente dejo de ser una gilipollas y empiezo a querer hacer el gilipollas contigo. Con una despedida empezaré ha hacer lo correcto. Y como el invierno es ya  suficiente largo como para encima andar contigo dentro, necesito una despedida.



Ay , esos respiros.

Que los respiros no son buenos. Que lo de "A lo mejor me quiere aunque me joda", sobra. Y lo de "Mírale, que guapo está hoy" igual. 
En nuestra película, sería Navidad, yo me iría por eso de que se olvida mejor a distancia; "Vamos, tonta, sabes que yo no voy a cambiar y que tu no vas a poder olvidarme, sabes que te quiero y que no voi a dejar que te vallas a ningún sitio" dirías.
Recuerdo cuándo brindaba por un "ojalá" o por un "quizá" y ahora todo son "quién me mandaría". Ya casi no se brinda, parece todo al alcance de la mano, con lo bonito que era pensar que algo solo pasaría si luchabas. A lo mejor fue eso, que ya no se lucha suficiente, que necesitaba que me lo pusieran difícil para que esto cuajase. Ay, si tu supieras lo que me hubiera gustado luchar. Qué más da, en el peor de los casos decidiremos que yo me lo busqué y en el mejor podré echarte miradas de "Qué será de mí" y "Devuélveme mi antiguo yo" y que tú me contestes "A tu antiguo tú lo has dejado morir lentamente, así que no me culpes". Qué no le culpe dice. Lo único que sé es que que ha pasado mucho tiempo desde que me levanto y me siento orgullosa de que hice la noche anterior. ¿Tan lejos queda?. Ay, si tu supieras.

Up.

Sentirte  útil por primera vez en meses. Y ahora ves las luces, escuchas las voces, sientes como crece; no te confíes, lo verás morir si crees que lo conoces. Será que además de daño, el tiempo hizo justicia; mientras ellos eran Dios yo seguía con lo mío. Será que hay que conseguir morir con la misma confianza, la que te dieron cuándo llegaste. Y te mintieron, que había tiempo de sobra decían, que estarían arriba contigo cuándo lo consiguieras, falsos; bah, hace tiempo que eso ya no me importa. Yo me llego aún por acostumbrarme a no tocar madera. Que te valla bien puta, yo sigo siendo un niño y a la vez soy uno de esos cien, pero hice de mí lo que ahí fuera ví. Y sin duda la mejor vista es la de aquí arriba.

Paradise.


Por qué joder sus vidas propias si pueden joder la tuya, vas a comparar la diversión de lo segundo con lo monótono de lo primero. Esto siempre se me ha dado bien, lo de soportar es mi fuerte. Y si gritas, gritarán más, tú solo lograrás quedarte sin voz; haz eso que siempre te tranquiliza. Ante esto, sonrisa sincera, sale sola. De las que pocas veces tengo. De las amargas. De las que se tienen cuándo quieres que la gente te pregunte. De las que se pueden tener mientras lloras. Sabes que mañana será un día de mierda, que hablarás menos que de costumbre, que pasarás más tiempo sola; nunca te resultó fácil convencerles de que estabas en lo cierto. Ahora descansa, suspira un par de veces, mantén la calma y sigue.

A ver si las cosas salen diferente.


Te han cambiado tanto. No recuerdo haber tenido nunca tantas ganas de que llegase el frío, un frío que aisla, un frío que no deja pasar. Tampoco recuerdo haberme sentido nunca tan vendida, tanto asco de mi misma. Y lo habré dicho mil veces, pero necesito una mil una, que se acabó. Que para el resto no habrá nada que acabar, pero ellos no saben de toda esta mierda. Y puede que no llegue nunca a querer a nadie como lo hice pero volveré a estar bien. Que lo de querer una cosa y necesitar otra es la historia de mi vida, y lo tengo tan visto que ahora quiero lo mismo que necesito, a ver si así las cosas salen diferente.



Ya es hora.

Por qué te rompes de nuevo, si ya sabes que nunca hay segundas partes buenas. Es tu manía de asegurarte de las cosas, y él que siempre deja las cosas claras. Con lo bonito que es dejar algo por si acaso, a mí con la duda, para que vuelva a asegurarme dentro de unos meses. Y si del primer error se aprende, el segundo algo bueno traerá, digo yo. Quizá que no es bueno buscar esperanza dónde solo hay tiempo. Deja de esperar. Y fuma, bebe, húndete si eso implica levantarte con más fuerza, cálmate cómo sea pero levanta anda, que ya es hora.




Esta loca.


Será que que quedes como huella es el precio por haberte "pasado". Por haberte sufrido tantísimo. Y puedo aceptarlo siempre cuándo lo segundo se mantenga. Y aveces tengo miedo de que hagas algo y todo se levante reclamando, que yo soy mucho de repetir errores. Eso fuiste ¿no?, si no te quiero habrá que ir al otro extremo, a odiarte, que le jodan al cariño intermedio. No son gran cosa esas huellas, a veces simplemente dejas de pensar en ellas, pero otras te recuerdan que existió, que no estas loca; con lo fácil que sería eso eh, la gente no se preguntaría por qué ando pensando siempre en ti. Dejadla, está loca dirían. 




Contaré hasta tres y suspiraré un par de veces.


Mírate al espejo y dime que ya no eres tú. Ya no te muerdes la lengua por no perdernos. Pero la verdad es que ya lo estás haciendo. Cada vez que subes un escalón te alejas de la realidad. O de mi. Yo que sé. De los que eran tus claros principios. De aquello de no perder a quien un día quisiste. ¿Qué fue de ti? ¿Qué fue de cuándo yo era tu meta? Si haces que me esconda detrás de cada banco o de cada periódico por no ser un estorbo no es culpa mía. Si crees que podías hacer todo eso y aún así sentirte mejor no me culpes. Será culpa mía cuando me lo merezca. Es culpa mía escribir sobre esto una y otra vez. De que me sirvas como clavo ardiendo. De que quedes como secuela.
Todo esto es tan estúpido. Ahora mi vida es tan secreta como la tuya. Hoy no sabía si lamentarme por cómo soy yo, por lo que dije o lo que no hice. Las veces que he pensado en largarme, pero ya ves tú, me como las críticas y solo para seguir dónde estoy. Subiré los escalones que quiera, acercándome a la realidad y alejándome de ti, que ya es hora cielo. No cuesta nada hacer las cosas como es debido. Contaré hasta tres para no arrancarme los pelos y suspiraré un par de veces. Porque no sé si esto es desperdicio o vicio.

V.


"¿Dónde coño te escondes? Felicidad. Los lunes de octubre dónde estarás."





La chica a la que le retiraste el pelo.

Y claro que sé que nada volverá a ser lo mismo. Que las fechas no habrán cambiado y todo ocurrirá en el mismo sitio que tan bien conocemos, y tanto echo de menos. Seremos nosotros. Será como si fuésemos mayores, no de viejos sino como si nos hubiésemos perdido cosas el uno del otro. Puedo matarme para que hagas un esfuerzo, y al mirar te des cuenta de que soy la chica a la que le retiraste el pelo para poder besarla aquel día. Pero dará igual, porque si miras ya no verás eso, y a la vez no creo que pueda dejárselo ver a nadie que no seas tú. Sigo pensando que no me dieron el tiempo suficiente. No sé el resto, pero yo lo primero que perdí fue la esperanza, ahora solo queda resignación. Al fin y al cabo puede que con el frío las cosas empiecen a ir mejor, yo confío. Y aunque ya no te espero, no voy a negarte que este muerta de miedo.



363 historias intermedias.


Dicen que no hay pena que no pueda soportarse si se introduce en una historia o si es contada una historia acerca de ella. Yo pena tengo de sobra así que puedo contarte la historia de el día que nos conocimos o puedo ir directamente a la del día en que me besaste, esa es la más bonita. O puedo contarte las 363 historias intermedias, no te preocupes, tenemos tiempo de sobra hasta que se me pase esto de sentirte tanto.






jueves, 4 de abril de 2013

Porque no saben nada de la vida.


Es viernes, no ha sido una semana increíble pero las ha habido peores. Es un día de esos en que no quieres estar sola, quieres salir; salir hasta que duelan los pies, conocer gente interesante o tampoco tanto, pero gente al fin y al cabo. Gente que esté igual de jodida como lo estás tú, que no sepa que hacer con su vida y piense que la respuesta está en la botella de Absolut; que luchen, caigan y sigan luchando para pegarse la hostia de su vida por alguien, que sepan lo que es olvidar un viernes y enamorarse un lunes, que vallan a recordar siempre ese cruce, portal o parque y que sepan cómo es eso de que se te caigan todos los argumentos cuándo sonríe y te sientas la peor persona del mundo por quererle. Gente gilipollas, pero de los valientes. De los de verdad. De esos que lo han pasado mal y lo seguirán haciendo, de los que se arriesgan porque saben que no hay otra opción, que no podrían vivir de otra manera. Y a la mierda esos que quieren a la persona que les quiere a ellos, porque no saben absolutamente nada de la vida.