Mi problema es. Tú eres mi problema. Tú eres ese pensamiento constante que aparece cuándo más vulnerable me encuentro. Tú eres la razón por la que hoy estoy aquí, escribiendo esto para que quizá tú nunca lo leas. Me duele cada línea, cada letra, que lo sepas, no es fácil escribir esto ¿sabes?, no lo es sabiendo que no te influirá en nada. Y me duele recordarte, me duele verte sonreir, me mata sentirte tanto, pero a la vez no sabes lo sincera que te soy si te digo que de verás me alegra que seas por fin feliz. Y lo siento. Siento ser un lastre. Siento haber confundido la ficción con realidad, siento haberte confundido a ti con la exepción de todos ellos cuándo solo eres una copia más. Y ya lo decía mi madre, que visto uno vistos todos. Esto parece un puto complot de agonías. Me asfixia esta necesidad de ti por momentos ¿entiendes?. Que aunque me hallas destrozado, eso ya da igual, que me quedo con lo bueno, que de eso hay más de mil. Que te imagino siempre que puedo a mi lado y cuándo no puedo me entra el puto mono de ti. Te juro que no es obsesión, te prometo que me es imposible deshacerme de todo este cariño. Me es imposible imaginarme algo distinto a compartir algo más que palabras con alguien que no seas tú, ¿y sabes?, no pienso conformarme. Y bueno, aunque luchar por ti resulte una misión suicida, yo me arriesgo. Y al final sé que no ganaré nada, pero ¿acaso lo gano ahora?. Puede que incluso te pierda más de lo que ya te tengo, pero yo lucho por lo que quiero. Me planteo mis metas. Maquino mis planes y poco a poco me lanzo a por todas aunque no tenga razones concretas ni coherentes. Vivo mi vida a base de saciar mis sueños y hasta que no encuentre la forma de dejar de necesitarte no pararé. Y si para ello tengo que sufrirte primero, vuelvo a decir que me arriesgo. Y, si para ello tengo que sacrificar lo que tengo, yo lo hago. Dejé de creer en lo posible hace tiempo, y desde que te conocí tu te convertiste en ese imposible que nunca dejé de proponerme. Aunque suene extraño, yo me propongo tenerte. A partir de ahora tu te conviertes en mi objetivo principal, y que les duela a los que les duela, que yo, yo no voi a perder un segundo más que en este mismo instante podría esta perdiendo sonriendo como una gilipollas por cualquier puto latido tuyo.
martes, 12 de febrero de 2013
Yo me arriesgo.
Mi problema es. Tú eres mi problema. Tú eres ese pensamiento constante que aparece cuándo más vulnerable me encuentro. Tú eres la razón por la que hoy estoy aquí, escribiendo esto para que quizá tú nunca lo leas. Me duele cada línea, cada letra, que lo sepas, no es fácil escribir esto ¿sabes?, no lo es sabiendo que no te influirá en nada. Y me duele recordarte, me duele verte sonreir, me mata sentirte tanto, pero a la vez no sabes lo sincera que te soy si te digo que de verás me alegra que seas por fin feliz. Y lo siento. Siento ser un lastre. Siento haber confundido la ficción con realidad, siento haberte confundido a ti con la exepción de todos ellos cuándo solo eres una copia más. Y ya lo decía mi madre, que visto uno vistos todos. Esto parece un puto complot de agonías. Me asfixia esta necesidad de ti por momentos ¿entiendes?. Que aunque me hallas destrozado, eso ya da igual, que me quedo con lo bueno, que de eso hay más de mil. Que te imagino siempre que puedo a mi lado y cuándo no puedo me entra el puto mono de ti. Te juro que no es obsesión, te prometo que me es imposible deshacerme de todo este cariño. Me es imposible imaginarme algo distinto a compartir algo más que palabras con alguien que no seas tú, ¿y sabes?, no pienso conformarme. Y bueno, aunque luchar por ti resulte una misión suicida, yo me arriesgo. Y al final sé que no ganaré nada, pero ¿acaso lo gano ahora?. Puede que incluso te pierda más de lo que ya te tengo, pero yo lucho por lo que quiero. Me planteo mis metas. Maquino mis planes y poco a poco me lanzo a por todas aunque no tenga razones concretas ni coherentes. Vivo mi vida a base de saciar mis sueños y hasta que no encuentre la forma de dejar de necesitarte no pararé. Y si para ello tengo que sufrirte primero, vuelvo a decir que me arriesgo. Y, si para ello tengo que sacrificar lo que tengo, yo lo hago. Dejé de creer en lo posible hace tiempo, y desde que te conocí tu te convertiste en ese imposible que nunca dejé de proponerme. Aunque suene extraño, yo me propongo tenerte. A partir de ahora tu te conviertes en mi objetivo principal, y que les duela a los que les duela, que yo, yo no voi a perder un segundo más que en este mismo instante podría esta perdiendo sonriendo como una gilipollas por cualquier puto latido tuyo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario