Decía mama que cuándo quieres algo lo tienes que decir; que los demas no somos adivinos. Pero hay veces que no quieres o no eres capaz de hablar, que necesitas esperar de los demás que lo intuyan, que se molesten en mirar un poquito más hondo de lo que tú les muestras. Y puede ser por miedo, por verguenza o porque resulta demasiado doloroso decirlo.
Papa siempre dice que las cosas de mayores son complicadas, pero no es cierto; son muy sencillas, el problema es que dicen una cosa cuándo en realidad quieren decir otra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario