viernes, 20 de julio de 2012

Que no soy, ni siquiera cómo me comporto.



Que ganas tengo de dejar todo lo que me recuerde lo sola, lo mediocre y estupida que me sentí muchas veces en esta ciudad. Que ganas de recordar lo grande y fuerte que puedo llegar a ser si me dejan. Que ganas de irme, sola, dónde sea, pero lejos , para poder sentir que soy más que lo que el resto hacen de mí, que yo no soy lo que deciden mis padres o mis amigos, que no soy las notas que saco o lo que digo, que no soy nisiquera cómo me comporto o las decisiones que tomo. Que ganas de sentir que yo soy mucho más que eso.
A veces me paro a pensar si sería probable que lo echara de menos, no el lugar en sí, sino todo lo que ello implica; la gente como la que no quiero llegar a ser, la familia que no quiero tener o las situaciones que no quiero vivir, y me doy cuenta de que sí, si lo echaría de menos, no tanto cómo para quedarme pero sí cómo para imaginar de vez en cuándo cómo iran las cosas por aquí, un par de llamadas al més incluso.
Después de esto puede resultar difícil de creer que os diga que yo en verdad soy feliz, nunca he tenido las cosas difíciles pero supongo que tengo grandes expectativas. No quiero crecer y darme cuenta de que no he hecho ni la mitad de las cosas que tenía planeadas .

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